jueves, 30 de junio de 2011

ELEMENTOS QUE CONSTITUYEN AL GÉNERO Y SU EXPLICACION

Elementos que Constituyen al Género y su Explicación


Diversas teorías evolutivas han tratado de dar respuesta a cuál es el proceso por el que se adquiere esta identidad de género. Todas ellas atribuyen un papel más o menos relevante a dos elementos: Los estereotipos de género y los roles de género.



Identidad /etiquetado de género:
En los años preescolares, los niños distinguen como categorías distinta a las mujeres y a los varones. Es decir, son capaces de etiquetarse correctamente a sí mismo y los otros, dentro de un grupo (chico, chica; niño, niña; hombre, mujer). Así mismo, son capaces de establecer todo un conjunto de elementos que serían “propios” o que “definirían” a los varones y a las mujeres.
No obstante, ya que etiquetan dependiendo de rasgos externos “propios” de uno u otro sexo, tienden a pensar que el sexo de un sujeto puede variar si introducimos elementos externos del otro.


Estabilidad de género:
Las dificultades y comprensión parcial basada en rasgos externos se van modificando lentamente. Aunque se produce un avance en cuanto a que los niños muestran ya una comprensión de que a lo largo del desarrollo el género permanece estable, siguen pensado que el hecho de modificar rasgos que se consideran apropiados de género (BerK) conlleva un cambio de sexo.




Consistencia de género:
Entre los cinco y los siete años, los niños muestran una clara y consistente comprensión de que el sexo es una característica permanente, no alterable con elementos externos y superficiales como la ropa, el comportamiento, etc. Por tanto, existe una comprensión de que ser hombre o mujer es un rasgo estable de identidad.

A través de la evolución de estos tres estadios se alcanza lo que se denomina la constancia de género y supone la capacidad para comprender que los individuos son varones o mujeres de forma permanente. Que el sexo está determinado biológicamente y que éste no cambia atendiendo a elementos externos (Bem).



POLÍTICA SOBRE LA IGUALDAD DE GÉNERO

Las primeras acciones documentadas con relación a la igualdad y equidad de género en el tribunal supremo de elecciones (TSE) se remotan a diciembre del año 2000 cuando el TSE escoge una propuesta hecha por la entonces magistrado Anabelle León Feoli, en seguimiento a los acuerdos del primer encuentro magistrados de las cortes supremas de justicia y cortes constitucionales de América latina y el caribe “por una justicia de género” (diciembre 2000), para crear una comisión institucional de género. De esta manera en TSE manifestaba el interés y la voluntad de introducir la igualdad y la equidad de género o dentro de sus acciones institucionales.
Cabe destacar que el impulso de acciones en esta materia ha estado de la mano de la mayor y más destacada presencia de mujeres en propuesta de la magistratura electora. Precisamente la constitución de la comisión de género tiene lugar cuando, por primera vez, una mujer ocupa una magistratura propietaria en el TSE.
Esta primera comisión se creo, mediante acuerdo de sesión del de TSE n. º  89-2000 de 14 de diciembre de 2000 y se conformo con un grupo de  funcionarias de la institución, representantes de diferentes áreas.


Referencia bibliográfica:

miércoles, 22 de junio de 2011

SIMONE DE BEAOVOIR

Simone de Beauvoir (París, 9 de enero de 1908 - 14 de abril de 1986), fue una novelista y filósofa francesa. Escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos. Su pensamiento se enmarca dentro del existencialismo y obras como "El segundo sexo" son elementos fundacionales del feminismo. Fue pareja del también filósofo Jean Paul Sartre.
Nacida en una familia burguesa, Simone de Beauvoir fue educada según la sólida moral cristiana vigente en la época. Cuenta en sus memorias la fuerte impresión que le causó, en su juventud, descubrir el ocaso de la religión: dejar de creer en Dios era asumirse plenamente responsable de sus propias elecciones. En 1929, después de conocer a Jean Paul Sartre en la Sorbona, donde ambos estudiaban filosofía, se unió estrechamente al filósofo y a su círculo (en el que se encontraba Paul Nizan, autor de "Adén, Arabia"). Con el tiempo, crearon entre ambos una relación que les permitía compatibilizar su libertad individual con la vida en común.
Simone de Beauvoir fue profesora de filosofía hasta 1943 en escuelas de diferentes lugares de Francia, como Ruán y Marsella. Durante la Segunda Guerra Mundial y la ocupación alemana de París vivió en la ciudad tomada escribiendo su primera novela, La invitada (1943), donde explora los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que aborda igualmente en novelas posteriores como La sangre de los otros (1944) y Los mandarines (1954), novela por la que recibió el Premio Goncourt y que se considera la más importante de todas sus obras.
Las tesis existencialistas, según las cuales cada uno es responsable de sí mismo, se introducen también en una serie de obras autobiográficas, cuatro en total, entre las que destacan Memorias de una joven de buena familia (también conocida como Memorias de una joven formal) (1958) y Final de cuentas (1972). Sus obras ofrecen una visión sumamente reveladora de su vida y su tiempo. Entre sus ensayos escritos cabe destacar El segundo sexo (1949), un profundo análisis sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la construcción del rol y la figura de la mujer; La vejez (1970), centrada en la situación de la ancianidad en el imaginario occidental y en donde critica apasionadamente la marginación y el ocultamiento, y La ceremonia del adiós (1981), polémica obra que evoca la figura de su compañero de vida, Jean Paul Sartre.

 
http://es.wikipedia.org/wiki/Simone_de_Beauvoir

jueves, 16 de junio de 2011

La Equidad de Género y Los Derechos Humanos

La Equidad de Género y Los Derechos Humanos

La igualdad de género es, antes que nada, un derecho humano. Además, es una condición indispensable para el desarrollo y la reducción de la pobreza. Las mujeres empoderadas contribuyen de manera importante a la salud y productividad de sus familias y comunidades y, con ello, también mejoran las futuras posibilidades de sus hijos. No obstante, la discriminación hacia las mujeres y las niñas -incluyendo la violencia basada en el género, la discriminación económica y en salud reproductiva y las prácticas tradicionales perjudiciales- continúan profundamente arraigadas.
La igualdad de género es uno de los ocho ODM y es un elemento clave para poder alcanzar las metas propuestas por los otros siete.
La mayoría de las personas pobres en América Latina y el Caribe son mujeres y jóvenes menores de 30 años. En especial, mujeres de sectores rurales, indígenas y afrodescendientes. Casi la mitad de las mujeres mayores de 15 años carece de ingresos propios; el número de hogares monoparentales encabezados por ellas se ha incrementado y los hombres dedicados al trabajo no remunerado son una minoría. El desempleo femenino y la proporción de mujeres ocupadas en sectores de baja productividad siguen siendo sistemáticamente superiores a los de los encontrados en el sector masculino, y en algunos países incluso se han incrementado. A pesar de la creciente integración de las mujeres al mercado laboral, la proporción de hogares pobres con jefatura femenina pasó del 27% en 1990 al 36% en el 2005.
Existe una relación directa entre pobreza y embarazo en adolescentes. El inicio de las relaciones sexuales y las uniones en una etapa temprana, a menudo contribuyen a perpetuar los círculos de pobreza; dificultan el acceso de niñas y adolescentes a oportunidades y al desarrollo de capacidades que les permitan insertarse activamente en la vida productiva y social.
La violencia por causas de género afecta a un número elevado de mujeres. Es una de las manifestaciones más extremas de la desigualdad y la discriminación. Es la vulneración más extendida de sus derechos humanos y constituye un obstáculo para el desarrollo productivo y democrático.
El respeto a los derechos humanos -entendidos como atributos de la persona humana por su condición de persona, inalienables, indivisibles e imprescriptibles- constituyen hoy en día un reto fundamental para la comunidad internacional. El deber de los Estados de garantizar y respetar los derechos humanos, con frecuencia es incumplido en detrimento de las condiciones de los derechos y condiciones de vida de miles de personas. 

MARÍA (OLIMPIA) DE GOUGES 1748-1793





Olympe de Gouges (Montauban, Francia, 7 de mayo de 1748 - París, 3 de noviembre de 1793) es el pseudónimo de Marie Gouze, escritora, dramaturga, panfletista y política francesa, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791).

Nació en Montauban, en una familia burguesa (su padre era carnicero y su madre, hija de un negociante de telas). Se casó a los 17 años con un hombre mayor con el que no fue feliz, quedando al cabo de un tiempo viuda y con un hijo, Pierre Aubry. Muy decepcionada por el matrimonio en general, que calificó de "tumba de la confianza y del amor". Se negó a volver a casarse.

A principios de 1770, se trasladó a París donde se preocupó de que su hijo recibiera una muy buena educación. Llevaba una existencia burguesa, y frecuentaba los salones literarios parisinos donde conoció a la élite intelectual del siglo de oro francés. En 1774, su nombre figuraba en el Almanaque de París, el "Who's who" de la época. Emprendió entonces una carrera literaria, valiéndose probablemente del renombre de su padrino (y posible padre biológico), el poeta Jean-Jacques Lefranc de Pompignan. Empieza a firmar con el nombre de Marie-Olympe o Olympe, segundo nombre de su madre, y añade una partícula a su apellido, cuya ortografía oficial aparecía tanto como Gouze o Gouge (su hermana mayor era Gouges).

Escribió varias obras de teatro y montó una compañía teatral itinerante que recorría la región de París, sin que sus ingresos le permitieran mantenerse. Pero rápidamente sus obras empezaron a ser representadas en teatros de toda Francia. Su obra más conocida, La esclavitud de los negros (L’esclavage des noirs), fue publicada en 1792, pero fue inscrita en el repertorio de la Comédie-Française en 1785 bajo el título de Zamore y Mirza, o el feliz naufragio (Zamore et Mirza, ou l’heureux naufrage).

El pensamiento de Olympe de Gouges
Sus trabajos fueron profundamente feministas y revolucionarios. Defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada, incluyendo la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer y controlar propiedades, a formar parte del ejército; incluso a la igualdad fiscal así como el derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico. Olympe de Gouges escribió:
La mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna.
Se dirigió a la reina María Antonieta para que protegiera " su sexo " que decía desgraciado, y redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, calcada sobre la Declaración de los Derechos de hombre y del Ciudadano de 1789, en la cual afirmaba la igualdad de los derechos de ambos sexos.

Referencia Bibliografica: [http://www.wikipedia,la enciclopedia libre.com]

jueves, 9 de junio de 2011

Discriminación de Género

Discriminación De Género

La discriminación de género o sexismo es un fenómeno social, puesto que son necesarias representaciones de ambos sexos para que pueda darse esta situación: no existe una igualdad de género a partir de la cual denunciar la discriminación o desigualdad. Al contrario: la base de este fenómeno es la supuesta supremacía de uno de los géneros.
Al tratarse de una elaboración social, el género es un concepto muy difuso. No sólo cambia con el tiempo, sino también de una cultura a otra y entre los diversos grupos dentro de una misma cultura. En consecuencia, las diferencias son una construcción social y no una característica esencial de individuos o grupos y, por lo tanto, las desigualdades y los desequilibrios de poder no son un resultado “natural” de las diferencias biológicas.
La discriminación de género adopta diversas formas de división de poder, algunos de cuyos aspectos incluyen:
Derechos humanos: Aunque las normas internacionales garantizan derechos iguales a los hombres y a las mujeres, ésta no es la realidad porque, por motivos de género, se les está negando el derecho a la tierra y a la propiedad, a los recursos financieros, al empleo y a la educación, entre otros, a los individuos.


Trabajo: En todo el mundo, tanto las mujeres como los hombres trabajan. Sin embargo, las funciones que desempeñan las mujeres son socialmente invisibles (se toman menos en cuenta, se habla mucho menos de ellas, se dan por hecho), ya que tienden a ser de una naturaleza más informal. Adicionalmente, los hombres ocupan la mayoría de las posiciones de poder y de toma de decisiones en la esfera pública, dando lugar a que las decisiones y políticas tiendan a reflejar las necesidades y preferencias de los hombres, no de las mujeres.
Ventajas: Los recursos mundiales están distribuidos de forma muy irregular, no sólo entre los distintos países, sino también entre los hombres y las mujeres de un mismo país. Aunque se calcula que realizan dos terceras partes del trabajo en el mundo, las mujeres sólo obtienen una tercera parte de los ingresos, y poseen menos del 1 por ciento de la propiedad mundial.

martes, 7 de junio de 2011

EQUIDAD DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN: RENOVANDO COMPROMISOS

Por más de tres décadas el término género ha circulado internacionalmente en diversos ámbitos. No existe una única definición y aún hoy continúa siendo objeto de debates sobre su significado, capacidad explicativa y problemas políticos. Sin embargo, cualquiera que sea la definición adoptada, todas mencionan a cuatro cuestiones fundamentales:



  1. No hay ninguna razón biológica o "natural" que determine las diferencias sociales, económicas, culturales y de poder entre varones y mujeres. Las características parciales y los roles que se le atribuyen a cada uno son el resultado de un complejo proceso de ordenamiento social que tiene expresiones particulares según las épocas, culturas y grupos.
  2. Género no es sinónimo de mujer, aunque la mayoría de los estudios o políticas se hayan concentrado en ellas. Se refiere a las maneras en que se construye y manifiesta tanto la condición social de las mujeres como la de los varones, así como las relaciones entre ambos en cada uno.
  3. Las relaciones de género interactúan con otras relaciones sociales como las de clase, etnia, edad, etc.; todas ellas fundantes de la estructura y dinámica de las sociedades. Por ello, los análisis de género deben dar cuenta de esta complejidad.
  4. Ninguna sociedad ha asignado igual valor a las características atribuidas a las mujeres o lo femenino que a las asociadas con los varones o con lo masculino, de ahí que las diferencias entre ambos se expresen en un orden jerárquico de predominio masculino.

Muchos/as docentes perciben la insatisfacción y el empobrecimiento personal y social que implica para las nuevas generaciones ajustarse a patrones de género restrictivos y desean contribuir para ampliar sus horizontes y para generar un mundo más justo y solidario.


REFERENCIA BIBLIOGRAFICA [http://www.educoas.org/portal/es/tema/tinteres/temaint22.aspx?culture=es&navid=1]

miércoles, 1 de junio de 2011

ROL DE GENEROS (FEMENINO Y MASCULINO)

Rol de Géneros (Masculino y Femenino)
Un rol de género se define como un conjunto de normas de comportamiento percibidas asociadas particularmente como masculinas o femeninas, en un grupo o sistema social dado. Puede ser una norma de división del trabajo por géneros. Es un foco de análisis en las ciencias sociales y de las humanidades. 
                           

El género no es el sexo, sino el conjunto de significados y mandatos que la sociedad le atribuye al rol femenino y al masculino en un determinado momento histórico y social. El concepto “ideal” de género en un tiempo dado nos condiciona a través de la cultura que todos vamos construyendo a diario, indicándonos una supuesta forma de ser hombre o mujer.
 Lo masculino y lo femenino se potencian uno al otro y posibilitan la fecundad en todos los ámbitos. Eso es complementariedad. Durante siglos, se ha considerado que el varón era superior a la mujer; ésta no parecía tener valor por sí misma, era el complemento del varón y su única misión era servirle. Otras veces se ha considerado al varón y a la mujer como dos mitades de la humanidad. En este sentido se hizo como una distribución de virtudes y cualidades. Se ha hablado de virtudes femeninas y masculinas y de roles sociales: los trabajos desarrollados por las mujeres eran considerados como subalternos y de simple apoyatura a los masculinos. Y durante siglos se ha repartido el mundo pensando que la esfera privada pertenecía a las mujeres y la pública a los varones.                                                                 

Esos modelos de complementariedad están hoy superados, pues todas las razones pseudocientíficas en las que se apoyaban están hoy desmentidas por las evidencias de la ciencia. Sin embargo, teniendo cada persona, sea varón o mujer, capacidad para ejercitar todas su virtudes, éstas cristalizan igualmente de un modo distinto en el varón y en la mujer.   Esta importancia de los roles sexuales queda patente en la importancia que ellos tienen tanto para la propia personalidad del individuo como para las relaciones grupales y sociales del mismo.