Elementos que Constituyen al Género y su Explicación
Diversas teorías evolutivas han tratado de dar respuesta a cuál es el proceso por el que se adquiere esta identidad de género. Todas ellas atribuyen un papel más o menos relevante a dos elementos: Los estereotipos de género y los roles de género.
Identidad /etiquetado de género:
En los años preescolares, los niños distinguen como categorías distinta a las mujeres y a los varones. Es decir, son capaces de etiquetarse correctamente a sí mismo y los otros, dentro de un grupo (chico, chica; niño, niña; hombre, mujer). Así mismo, son capaces de establecer todo un conjunto de elementos que serían “propios” o que “definirían” a los varones y a las mujeres.
No obstante, ya que etiquetan dependiendo de rasgos externos “propios” de uno u otro sexo, tienden a pensar que el sexo de un sujeto puede variar si introducimos elementos externos del otro.
Estabilidad de género:
Las dificultades y comprensión parcial basada en rasgos externos se van modificando lentamente. Aunque se produce un avance en cuanto a que los niños muestran ya una comprensión de que a lo largo del desarrollo el género permanece estable, siguen pensado que el hecho de modificar rasgos que se consideran apropiados de género (BerK) conlleva un cambio de sexo.
Consistencia de género:
Entre los cinco y los siete años, los niños muestran una clara y consistente comprensión de que el sexo es una característica permanente, no alterable con elementos externos y superficiales como la ropa, el comportamiento, etc. Por tanto, existe una comprensión de que ser hombre o mujer es un rasgo estable de identidad.
A través de la evolución de estos tres estadios se alcanza lo que se denomina la constancia de género y supone la capacidad para comprender que los individuos son varones o mujeres de forma permanente. Que el sexo está determinado biológicamente y que éste no cambia atendiendo a elementos externos (Bem).
A través de la evolución de estos tres estadios se alcanza lo que se denomina la constancia de género y supone la capacidad para comprender que los individuos son varones o mujeres de forma permanente. Que el sexo está determinado biológicamente y que éste no cambia atendiendo a elementos externos (Bem).